Nuestra participación es pivotal en ayudarlos a reconocer el llamado de nuestro Señor para que, en sus oraciones de discernimiento, se vuelvan íntimos con Él en sus vidas. Un llamado vocacional de un jóven a la vida religiosa o al sacerdocio nos involucra a todos. Kenneth Rey Parsad, un seminarista en el Seminario Mount Angel, hace notar que cada persona esta llamada a una vocación. Uno no se cruza con alguien e inmediatamente lo conoce del todo; así también lo es con Dios. También es esencial durante la Semana Nacional de Vocaciones, celebrar a las muchas mujeres y hombres quienes viven vidas virtuosas y santas en sus vocaciones diarias. A lo largo de esta semana, debemos enfocarnos en las diversas vocaciones de la Iglesia. Esta semana también nos recuerda que todos estamos llamados a vivir fielmente nuestras vocaciones- bien sea al sacerdocio, a la vida religiosa, al diaconado permanente, al matrimonio o a la soltería. No existe límites para el amor de Dios derramado en nosotros y para el trabajo vocacional a través del Espíritu Santo.
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